Eternidad

"Deseo ser inmortal". Le dije al genio. Era consciente de las consecuencias de no morir nunca, el dolor que me traería y la soledad que me esperaba al ver morir a todos. No sería posible que al genio se le ocurriera una forma de hacer que el deseo no fuera su propio castigo. "Lo único inmortal es la existencia, tendré que no solo hacerte parte de ella, sino ella misma." dijo el genio con una risa malévola pero con cierto temblor en su voz. Creí que lo había vencido, un deseo que no podría estropear. Decir que fui un tonto, un imbécil o un idiota, o cualquiera de los billones de sinónimos que aprendí después, no es suficiente. En cuanto el genio chasqueó los dedos vi como todo a mi alrededor se doblaba sobre sí mismo y escuché un estruendo que se sentía como una negación, como el mayor arrepentimiento de todos. Lo que estaba en el centro de mi visión, el rostro del maldito genio, se separaba hacia afuera, y lo que estaba en la periferia se acercaba entre sí, formando...