Estoy dos veces maldito
Estoy maldito.
Estoy maldito por tu existencia
Estoy maldito por tus carcajadas
Estoy maldito por tus lágrimas
Estoy maldito por tus problemas.
Estoy maldito, a secas.
Estoy maldito por tu amor
Estoy maldito por tu promiscuidad
Estoy maldito por tus pecas y estoy maldito por tus mejillas
Estoy malditamente maldito por tu maldición que nos maldice
El día de tu muerte celebraré con llantos de tristeza. El día de tu muerte todo estará mejor. El día de tu muerte tendré una nueva maldición. Maldeciré cada segundo que no evité que murieras, cada palabra que no lo evitó. Maldeciré cosificarte y burlarme de tus golpes, heridas y llagas
Me maldeciré por cuenta propia
¡La puta madre! Mi alma está maldita. Ya no tiene salvación. Has manchado mi alma con desgracia. Has manchado mi alma con desgracia. Has manchado mi alma con amor. El amor que te tengo. Espero con ansiedad tus palabras que son como mil agujas en mi cuerpo. Las espero hasta que las tengo y me hieren y me destruyen, y no las quiero dejar ir. Son acogedoras y tibias pero me producen un hielo que me detiene las entrañas. Te amo y te desprecio. Pero más que todo te amo. Mi cuerpo mortal no resiste los trajines de los desventurados inmortales. Mi alma seca no admite los gajes de los seres caóticos hijos del devenir y amigos de la incertidumbre. Soy muy cobarde para eso. Estoy maldito y me tenés maldito. Estoy atado de la mandíbula a tus tropezones. Estoy atado del alma a tus decisiones. Mirá, por favor, que si te jodés, me jodo yo también.
Soy una cáscara de naranja.
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BorrarY así comience en otro, Siempre vuelvo aquí.
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