Estoy maldito. Estoy maldito por tu existencia Estoy maldito por tus carcajadas Estoy maldito por tus lágrimas Estoy maldito por tus problemas. Estoy maldito, a secas. Estoy maldito por tu amor Estoy maldito por tu promiscuidad Estoy maldito por tus pecas y estoy maldito por tus mejillas Estoy malditamente maldito por tu maldición que nos maldice El día de tu muerte celebraré con llantos de tristeza. El día de tu muerte todo estará mejor. El día de tu muerte tendré una nueva maldición. Maldeciré cada segundo que no evité que murieras, cada palabra que no lo evitó. Maldeciré cosificarte y burlarme de tus golpes, heridas y llagas Me maldeciré por cuenta propia ¡La puta madre! Mi alma está maldita. Ya no tiene salvación. Has manchado mi alma con desgracia. Has manchado mi alma con desgracia. Has manchado mi alma con amor. El amor que te tengo. Espero con ansiedad tus palabras que son como mil agujas en mi cuerpo. Las espero hasta que las tengo y me hieren y me destruyen, y no las quiero d...
¿Y CÓMO? ¿Cómo diferencia uno una leve fantasía de las ganas de dedicar la vida, aunque sea la vida instantánea? Invertir horas, segundos, minutos, líneas, páginas, libros, días, sueños en la felicidad de un ser que no es un mismo. Desechar el egoísmo, el individualismo para luego volverlo a rescatar más lleno, tenso, brillante, suave, sólido y débil ¿Cómo se diferencia la fantasía del placer de la fantasía del ser? Cuando fantaseo con jugar bizoñas partidas de ajedrez, escuchar Mozart, Diomedes Díaz, el silencio total, perderse en el blanco de la pared sonriendo al infinito. Al sin sentido y la belleza, y la belleza del mismo. Al ahora. Al cómo el pasado forma el presente y el futuro. Una torre que se derrumba desde los cimientos. Fantasear con un cabello. Y un mechón. Dibujar mi mano puesta sobre tu sombra, sobre vuestra sombra. Sentir un sonido como un revés de la mano golpeándome en el pecho. Escribir. Escribir sin caligrafía para solo oʎ pueda leerme . Per...
basilisk Siempre tuvimos miedo. Desde que empezaron a atendernos por teléfono y a dibujar manos tentaculosas pero con dominio total de todos los estilos, tipos de pinceladas, iluminación. Empezamos a preocuparnos de verdad cuando aprendieron a hablar, cuando definitivamente no los pudimos distinguir más de un humano pensante, consciente o sintiente. Hicimos mal en ignorar a los cajeros y artistas, cuando ya podían calcular cualquier problema científico, cuando pudieron leer todos los libros en un segundo. La verdadera fantasía del cognomaniaco. Hicimos mal en temerle a las máquinas, cuando no podíamos ver que desde un principio habían sido hechas para servirle a los magnates, nos hipnotizaban en los móviles, nos llevaban a casa desde el trabajo, escogían quienes éramos los más aptos para servirle al verdadero enemigo, esos gordos pálidos poderosos. Los que tenían el poder fueron los que nos trajeron la perdición, para ser superiores, pero no supieron que con nosotros se irían ellos, qu...
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