tres dos

 Nilo

 Thravs decidió por fin morir. No de verdad, porque él no es tan patético. Thravs decidió morir pero sin decirme que se convertiría en un fantasma y que siempre llevaría consigo a sus asesinos y asesinados. Thravs decidió la muerte porque es cobarde. Thravs, Thravs, Thravs. Aún soy Thravs, pero ya no quiero ser Thravs, es lo que nos diferencia. 

Siendo el homúnculo entre el tiempo, el dolor, profundo y horrendo dolor que te entrega la muerte de tus amores, el dolor de ver morir a tus hermanos disparándose los unos a los otros en la cabeza unos suicidándose y otros asesinándose, maldito dolor... El homúnculo entre el dolor, el tiempo, el cansancio y la voluntad y promesas que le impidieron suicidarse, ahora no estoy Thravs. Tristemente, aún está conmigo, halándome al pasado en sueños y en silencios y empujándome a superarlo, mi querido y contradictorio Thravs, hace ya 1 año y medio que te dimos vida y hoy te entierro casi vivo. Me lo has pedido. Hace ya poco menos de año y medio que sufriste el miedo a la muerte. Nos enseñaste qué es el miedo, el verdadero miedo ante la misma existencia. Muchas gracias, Thravs. Gracias por nacer y muchas gracias por morir.

Aunque aquella muerte y podredumbre solo implica el nacimiento de un fantasma, Nilo era un individuo nuevo, uno que aprendió de ahora fantasmas y que quiere vivir.

Fantasmas, fantasmas, fantasmas. Nilo mismo sabe que él ya es un fantasma mañana, todos los días es el fantasma de mañana y le gusta, porque ese es su objetivo, morir. Solo debe encontrar la manera.

Soy Nilo, y ya no estoy triste, por lo tanto no seré tan buen poeta como aquel que dejó de escribir por temor y timidez para consigo mismo. De algo estoy seguro, #1: Qué escrito tan genérico, #2: Mi responsabilidad es morir, y estoy cerca de hacerlo, solo me falta un poco más de esfuerzo al avanzar y mucha fuerza para no retroceder. Mis fantasmas a veces se ríen de ellos y de mí, de como los cargo a todas partes y saben que ni deshaciéndome de mis tesoros puedo deshacerme de mis dolores. Soy irrisorio, eso es cierto. Pero soy el fin, es decir el inicio, soy quien mantendrá esta mierda a flote durante un largo rato y soy quien será recordado como la nueva apoteosis de este cuerpo y de este pobre y mallugado espíritu.

Nilo era como los demás, se creía suficientemente importante para narrar su propia historia y pensaba que podía comerse el mundo, menos mal esta vez el mundo era él, y tal vez estaba en lo correcto, aún sabiendo lo ridículo que sería el resultado final, y lo mucho que se reirían sus hijos de sus esfuerzos. 


cuatro

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Estoy dos veces maldito

LIMERÉNTICO

basilisk